lunes, 17 de diciembre de 2012

Diferente de los demás.

James era de los que preferían escuchar música clásica a rock, de los que, en ocasiones, prefería escribir mientras otros jugaban al fútbol, cuando le decían de salir de fiesta él se quedaba en los comedores sociales dando de comer a los más necesitados. En ocasiones, en vez de fijarse en el físico prefería los pequeños detalles de cada persona, sus manías, por ejemplo. 


Normalmente, dirían que es un chico aburrido y soso; quien no sabe apreciar lo bueno de la vida pero, según él, solo es uno más, con pequeños matices que a la vez, le hacen diferente de los demás.


viernes, 7 de diciembre de 2012

16 y 24.

- Siempre he pensado que deberíamos escapar, huir de todo esto que nos rodea, comenzar una nueva vida en la que solo estemos tú y yo.

Jack puso los ojos en blanco.

- Sabes que eso solo pasa en las películas, en los libros, en ciertas historias en las que las acciones se pueden borrar y volver a realizarse. Mirella, esto es la vida real.

Los ojos se me llenaron de lágrimas sin saber por qué. Odiaba que echara todas mis ilusiones a la basura, pero yo tenía 16 años, Jack ya no veía la vida a mi manera, sus 24 años lo decían todo.

- ¿Es porque soy menor? ¡A la mierda la edad! - grité, con lágrimas en los ojos.

- Es por miles de razones que no lograrás comprender hasta haber madurado por completo, pero...

- ¿Pero?

- No nos fugaremos, ni huiremos a ningún lado los ojos juntos porque tengo una idea mejor: Un café en La Cuarta Avenida, ¿te parece? Será como empezar una nueva vida pero sin alejarnos demasiado de todo esto.

- No lo entiendo, seguimos estando en la ciudad, nada cambiará.

Jack sonrió.

- Me basta y me sobra con estar contigo, no me hace falta irme lejos de aquí, eso quiere decir -hizo una pausa-.Cuando crezcas lo comprenderás.